Conjuntamente han fundado el despacho de diseño en el año 1995. ¿Qué les une además de esto?
Todo empezó con nuestra visión conjunta de un diseño nuevo y poético. Esta idea nos une hasta el día de hoy. Del trabajo conjunto, pero sobre todo de la interesante interacción entre nosotros tres, surge siempre algo muy sorprendente. Incluso después de todos estos años y a pesar de nuestros diferentes caracteres y las diferentes responsabilidades, nuestra colaboración aporta unos resultados que siempre tienen algo de impredecible. Nuestro colectivo nos desafía a nosotros mismos y nos mantiene curiosos.
Es sabido que los diseñadores necesitan mucha libertad en sus creaciones. Ahora se encuentran en su despacho tres diseñadores al mismo tiempo. ¿Cómo manejan este hecho?
El diseño es un gran proceso de comunicación en el que todas las personas implicadas aportan sus diferentes observaciones, ideas, innovaciones y tecnologías en un camino de colaboración y evolución desde el diseño hasta el producto. En esta estructura no tenemos en ningún momento la sensación de libertad acotada o de un control externo. Sin embargo hay que decir que esta positiva evolución entre colaboradores solo funciona si el colaborador tiene una remarcada conciencia de diseño artístico. Por eso nos hemos decidido a aceptar solo clientes escogidos como Duravit con los que mantenemos una colaboración muy intensa.
¿Cómo se crea el diseño inconfundible EOOS y qué es lo que marca su trabajo diario?
Para nosotros el diseño juega entre quemarse y perderse. Por un lado si te alejas demasiado de la sociedad y del presente uno se pierde. Por lo contrario uno se quema si se acerca demasiado al mundo. El diseño debe estar justo en el medio, en ese estado de ingravidez. Para pasar este conflicto utilizamos el análisis poético (Poetische Analyse®). Esto nos ayuda encontrar imágenes y contar historias de las cuales resultan esbozos y en el mejor de los casos un objeto.
¿Qué ha cambiado en el concepto del diseño de EOOS en los últimos años?
A mediados y finales de los años 90 el centro de nuestra atención lo formaron trabajos con objetos que permitían una transformación de un estado en otro. Hoy en día procuramos más bien crear objetos tolerantes y con esto queremos decir objetos con los que el usuario pueda entrar en una relación abierta y juguetona. Los productos no deben imponer unas formas estrictas de manejo al usuario que sean la “correcta” forma de uso sino deben permitir una cierta libertad. Como, por ejemplo, la “Sundeck”, la minipiscina con una tumbona plegable que hemos creado para Duravit.
De pronto los usuarios empezaron a colocar la minipiscina en las terrazas o a guardar los más diversos utensilios debajo de la tumbona. De esta forma se han descubierto funciones que no estaban previstas y en las que no se había pensado durante el proceso de diseño. Estos son hechos que nos halagan.
Su empresa está muy enfocada hacia la sostenibilidad. Entretanto ha creado muchos proyectos que no solo están enfocados hacia una estética pura sino también hacia una funcionalidad pero sobre todo a mejorar el espacio vital.
¿Cuáles son las razones para este hecho?
Este cambio positivo es un tema importante en nuestro colectivo de diseñadores. En los países desarrollados nuestra manera de vivir ya no representa un modelo de futuro. Si todo el mundo viviera como nosotros sería una catástrofe para el medioambiente.
Es un tiempo interesante para el diseño. No necesitamos nuevas modas sino una manera de vivir de forma alternativa y sostenible. Nuestra comida, el comportamiento en la movilidad, la producción energética, nuestras viviendas, todo esto debe replantesarse. Uno de los temas centrales de EOOS es la “producción alternativa”. Aquí el centro forma la alternativa para la producción industrial, que nos permite producir objetos locales y autodeterminantes. Lo que necesitamos son productos que se elaboren con materiales sostenibles y con un diseño Lifecycle. Esta simple mejora de un producto no es suficiente. Tenemos que rediseñar de nuevo los sistemas. En el baño, el sistema de aguas grises tiene un papel importante. Muy similar es el caso de la energía y de muchos otros aspectos.
¿Hay algún aspecto que ustedes echen de menos en la actual planificación del baño o algo que les gustaría cambiar?
Cada baño debe planificarse y equiparse de forma que se adapte a las necesidades personales. Hay que reflexionar sobre las funciones que realmente son necesarias. Por ejemplo, Le Corbusier ha emplazado el lugar de aseo en la zona de la entrada colocando un lavabo, simplemente porque tenía la sensación de que justo allí tenía sentido colocarlo.
El baño del futuro es un baño para diferentes generaciones en el que todos deben sentirse cómodos, desde el bebé hasta la bisabuela. Además la concentración en las ciudades aportará también una tarea interesante en la que deben pensar los diseñadores. Los puntos importantes que se deben tratar serán cómo crear espacios libres para la limpieza y la relajación en medio de rascacielos y ciudades supergrandes.